lunes, 11 de mayo de 2009

Rompiendo Tabúes.

Todas y todos conocemos algún caso de facultativos que se niegan a prescribir la píldora del día después. Afortunadamente (dependiendo de los lugares) eran los menos, aunque era más frecuente las esperas, los peros y largos interrogatorios que, como correctivo, recaían sobre la mujer.

Todo esto será pasado, parte de la historia de discriminación hacia la mujer, gracias a la medida puesta en marcha entre Trinidad y Aido, borrando de un plumazo la intermediación médica, en una decisión personal (la de evitar quedar embarazada).

Se elimina un tabú médico, el de enmarcar a esta píldora dentro de los tratamientos de alto peligro para la salud de la mujer, ya se puede ir olvidando la gente de esas leyendas urbanas que han rodeado a esta píldora. Sí, es un tratamiento en el que se aporta un alto nivel de hormonas, sus efectos sobre la mujer son los de una elevada descarga hormonal, pero no para poner en riesgo la vida de nadie.

La vida de nadie se pone en peligro, ya que esta píldora es anulatoria, es decir, evita el anidamiento del cigoto (ni siquiera existe aún el feto). E incluso puede ayudar a evitar problemas mayores, ya que un embarazo no deseado (sobretodo en menores) es causa de graves problemas de salud. Eso si, ni es ni podrá ser jamás un método anticonceptivo, cosa que desde el ministerio se ha dejado claro.

Gracias, mil gracias a Trinidad Jiménez y Bibiana Aido por hacer la vida más fácil a todas y todos, y eliminar un tabú que entorpecía la planificación familiar y elevaba los embarazos no deseados. Y gracias, a Bernat Soria, por potenciar el fomento de prácticas de sexo seguro y el uso del condón (otro tabú que ni el Papa podrá mantenerlo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario