jueves, 25 de febrero de 2010

Alegria desbordada


La aprobación de la Ley de salud sexual y reproductiva es un avance hacia una sociedad regida por lo que se podría llamar la "normalidad". Esta norma que tanto ha costado parir tendrá un futuro en el que la sociedad descubra que es más sencillo vivir sin que nadie te obligue a tener un hijo a la fuerza, condenada de por vida por una locura pasajera.

Bastantes estupideces se han escrito con este tema, pero las más jugosas son las referidas al poder de decisión sobre el aborto en mayores de 16 años (que algunos medios para añadir confusión hablaban de menores de 16 años). Desde aquí aplaudimos esta Ley que defiende a las jóvenes de posibles malos tratos, ya que obligar a una menor a llevar un embarazo a término es una clara violencia machista contra la mujer.

Esta Ley nos acerca al entorno de países de democracias avanzadas, da un respiro a la mujer pudiendo decidir cuando quiere ser madre y con quien, y sobre todo saca de la clandestinidad a miles de mujeres que no son delincuentes, simplemente son mujeres que de momento no quieren ser madres.

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