Vista la respuesta que está provocando la denuncia de Falange contra Garzón, seguramente los denunciantes habrán maldecido la idea, ya que se les está volviendo en contra. Su acto de soberbia, intentando dañar a la Justicia española, ha revuelto las entrañas y las conciencias de este país. Parece que se está empezando a pisar el acelerador para recorrer el camino hacia la dignificación y la reparación de daños a las víctimas del franquismo.
La sociedad española empieza a espabilar después del chorreo de titulares a lo largo de toda la prensa internacional, las adhesiones a nivel mundial con la defensa de Garzón y la posibilidad de que los crímenes contra la Humanidad, cometidos en España, sean juzgados en el exterior.
¡¡Gracias, Gracias y gracias a la Falange y Manos Limpias!! Porque, en contra de lo que ellos querían, su acto de desprecio a las víctimas y de chulería contra el orden democrático sólo provocará dar luz a un error histórico, el de no dar justicia a las víctimas de la dictadura, que acabará, más pronto que tarde, por fructificar.
Gracias a esta panda de fascistas y reducto de derecha rancia están surgiendo, en respuesta, grupos de españoles y españolas que se están atreviendo a proponer denuncias contra Fraga, iniciar procesos desde Argentina y salir a la calle a reivindicar justicia para las víctimas de torturas, persecuciones y crímenes de lesa humanidad.
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