La ciudad de Zamora no es referente en ningún ámbito cultural, excepto los heredados de épocas muy lejanas: El patrimonio artístico, el románico, la semana santa,... En España, hasta la más ínfima ciudad o pueblo se va haciendo un hueco en el mapa cultural, y no a base de grandes inversiones, si no por medio de proyectos bien pensados, cuidados, puestos en valor y con un gran interés por promover la cultura, pero sobre todo producirla en alta calidad.
Zamora no tiene un proyecto cultural propio, vive a golpe de ocurrencia. Los actos culturales quedan en, simplemente, meros actos o festejos populares. Y para más desesperación lo poco que podría despertar interés, los grandes proyectos culturales para esta ciudad, están dormitando: Baltasar Lobo, León Felipe, Edades del Hombre,....
Pero la empobrecida culturalidad zamorana tiene sus días contados porque las nuevas ideas empezaran a ganar más espacio en el futuro político de Zamora. La nueva oleada de ideas y proyectos de cambio que vienen de la mano de Manolo Fuentes barrerán la monotonía gris y corta de miras del PP.
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